Poskirchnerismo

la patria no vio al otro El resultado de las elecciones es un sopapo en la jeta de la buena conciencia progresista. El texto que publicamos a continuación fue escrito inmediatamente después de las primarias de agosto, pareció quedar desmentido luego de las generales de octubre, pero tras el balotaje de noviembre recobró una inusitada actualidad. Ante la evidencia de que una época se termina: ¿Qué es aquello que no va más? ¿Y por qué conviene resetear para volver a empezar?
plástico cruel Los tarifazos en el transporte público modifican el humor y la movilidad de los bonaerenses. La bronca bulle, levanta temperatura y condensa en la tarjeta SUBE, que se convierte en una superficie sensible de la tensión social. Las empleadas de los Centros de Atención, que cargan y reciben reclamos, conocen mejor que nadie la genealogía del descontento.
las aldeas de los pitufos Las policías locales del conurbano son un engendro del kirchnerismo tardío. Los polipibes rankean al tope de las preferencias laborales juveniles, junto a la peluquería y la enfermería. Primero los tildaron de ñoquis municipales, pero ahora se pavonean como pitufos gruñones, en medio de una espiral de violencia que se espesa cada vez más en las tierras de la gobernadora estrella del macrismo.
continuidad en los parches A contrapelo de lo que indica cierto imaginario progresista, el monotributismo social de Cambiemos refuerza el inaugurado por Néstor Kirchner en épocas de tormenta. Gracias a un complejo entramado de negociación y concesiones con los representantes de los que se quedaron afuera de la sociedad salarial, no habrá recorte para los más pobres: que la crisis la pague la clase media. Del cooperativismo al emprendedurismo individual plebeyo.
polarizar siempre, rendirse jamás Luego de la derrota del peronismo en Chaco, Jorge Milton Capitanich recibió a Crisis en Resistencia para analizar un panorama donde asoma la reelección de Mauricio Macri en 2019. El “Coqui” dice que doce años no son suficientes para generar cambios estructurales, descarta a Pichetto y a Urtubey, se prepara para recuperar la conducción del peronismo local, y apuesta a Cristina para conducir un espacio de “centroizquierda” del que deberá emerger el nuevo mesías (si la trituradora de Comodoro Py lo permite).