Masculinidades en fuga

la ola celeste que viene desde el norte Silvina García Larraburu y los “antimperialistas” del diario La Nación dicen que la despenalización del aborto en Argentina está dirigida por los ideólogos del neoliberalismo en Washington. Pero el subsuelo de las redes sociales indica que lo contrario es cierto. El análisis de los usuarios más influyentes en el debate demuestra que “salvar las dos vidas” es uno de los mayores activos online de una corporación de medios fundada en Alabama.
la república y el reino Los cálculos subterráneos estiman que en Argentina se realizan alrededor de medio millón de abortos clandestinos cada año. Frente al asunto y la duda, las mujeres abortamos igual. Lo pagamos con dinero o con la vida, según el caso. ¿Cómo es el protocolo de interrupción voluntaria de un embarazo en España, donde su práctica es legal, libre y gratuita? ¿Cuántas muertas va a cargarse la industria clandestina del aborto antes de que el Estado Argentino se decida a saldar la deuda más urgente de nuestra democracia?
feminismo y crudeza Dicen que el 8 de marzo de 2018 fue la movilización más grande de la historia de la humanidad. Quizás estén exagerando, pero no hay dudas que la rebelión feminista es un movimiento político hiperpotente. Tan encantador como repudiado. Tan transversal y desbordante como capaz de trazar límites con intransigencia. Pero su riqueza está en la complejidad. En sus incertidumbres. Incluso en sus divergencias. Una entrevista cálida y sincera con el colectivo Ni una menos, pocas horas antes del acontecimiento.
línea de cuatro feminista Dos docentes se cansan del feminismo pop de las redes sociales y fundan defensorías para mujeres en el conurbano. Se definen como mujeres pobres luchando por mujeres pobres. Incluyen a varones en la movida. Y van al frente: impulsan causas, se meten en las cárceles, escrachan a los violentos y si hace falta queman gomas y ocupan edificios públicos para que les cumplan las promesas. Un raíd al interior de las defensorías de género populares.
feminismo y barbarie El tres de junio se cumplen dos años desde que la bronca por los crímenes machistas mutara en una catarata de movilización callejera. Luego, el movimiento derramó mas allá de las fronteras y se armó un reguero de células feministas por todos lados. Y aunque la violencia no escampa, la ola de rebeldía perfila (sin autobombo) los contornos de lo conseguido y arriesga un porvenir posible mucho más allá de la “agenda de género”. Una cena bajo las estrellas, con el colectivo Ni Una Menos.