las cicatrices del extractivismo A casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar, la localidad El Aguilar, en Jujuy, puede funcionar como síntesis de uno de los principales conflictos que hacen crujir al país de norte a sur. Decenas de miles de hectáreas reconocidas como ancestralmente indígenas están ocupadas por empresas mineras. La economía de cientos de familias depende de esta actividad y, al mismo tiempo, ellas se organizan para coser los tajos que deja el usufructo.