por una lluvia que realmente moje En un manotazo al arcón de los recuerdos desarrollistas, Cambiemos propuso retomar la apuesta a la inversión extranjera directa como motor de la economía nacional. Pero no hubo lluvias ni chaparrones. Apenas un goteo en la matriz productiva primaria, a la par de una fuga a raudales de divisas y el lobby como la forma política por excelencia. Agotado y a punto de perder el comando de las variables monetarias, el Gobierno dejó de esperar el milagro, mientras se dispone a enterrar al gradualismo.
la era de los gobernautas China va a elaborar un ranking de ciudadanos según su historial crediticio, que habilitará una navegación jerarquizada de Internet. Estados Unidos volteó la neutralidad de la red, lo que significa un poco lo mismo pero con la segmentación en manos privadas. Cambiemos cruza los datos de la Anses con los de Google y Facebook y sale a tocar timbres en el escarpado conurbano bonaerense con un 70% de efectividad. El descalabro generado por el descubrimiento de la operación Cambridge Analytica explica por qué los algoritmos se guardan bajo siete llaves y todos niegan utilizarlos para fines electorales. Lo privado desaparece y el capitalismo se engulle la democracia. Las guerras del futuro van a ser por los datos.