Juan Dias

la era del pánico inteligente El mercado de la seguridad es irrefrenable. La alianza entre gobiernos y empresas de vigilancia procura calmar el miedo y la ansiedad de una ciudadanía que contempla delitos en loop a través de las pantallas. Y de vez en cuando también los padece. Desde las camaritas a los botones y las pulseras antipánico, una enorme infraestructura digital se derrama en los territorios. Sin embargo, el reciente femicidio de una joven en Rojas dejó al desnudo las trágicas falencias de los sistemas de monitoreo contra la violencia de género. ¿Quiénes son los proveedores de estas tecnologías de control cada vez más necesarias para la vida?