las aldeas de los pitufos Las policías locales del conurbano son un engendro del kirchnerismo tardío. Los polipibes rankean al tope de las preferencias laborales juveniles, junto a la peluquería y la enfermería. Primero los tildaron de ñoquis municipales, pero ahora se pavonean como pitufos gruñones, en medio de una espiral de violencia que se espesa cada vez más en las tierras de la gobernadora estrella del macrismo.