Desventuras del Ángel Exterminador y su Doctora

1. “Para consolidar su poder, Macri se propone exterminar políticamente a La Doctora. Curiosamente, La (acosada) Doctora le sirve también a Macri. Con las posturas categóricas, ella lo legitima. Le proporciona el servicio del efecto comparativo, que reproduce el atributo más imbatible de Macri”. Con este marco teórico elemental y comprobable, y que todavía paraliza al peronismo, el novelista, periodista y exfuncionario Jorge Asís pudo casi desde el primer momento entender y diseccionar de qué se trata el TGR (o Tercer Gobierno Radical, en su nomenclatura) y cómo sus propuestas conquistaron la imaginación política de una sociedad poskirchnerista. Al mismo tiempo, fue Asís quien también dudó, tal vez sin ironía, en el interés de un gobierno liderado por Mauricio Macri (alias El Ángel Exterminador). Es cierto: después de Néstor Kirchner (El Furia) y de Cristina Kirchner (La Doctora), después de una “hegemonía cultural” que fascinó a tantos “cautivos incautos”, y después de haber sido el primero en contar los negocios —desde JorgeAsisDigital— de casi todos los exfuncionarios y empresarios kirchneristas que el TGR llevaría a Comodoro Py (donde la justicia pasa “del freezer al microondas”), tiene sentido que la figura política de Macri se ofrezca, en una primera instancia, de un modo parco.

Con un lema robado —Yes, we can!—, con la locuacidad de quien parece luchar contra las secuelas de un ACV, y con una retórica agotada en los likes de Facebook, lo que sí vuelve atractivo a Macri es su “epopeya por la transparencia”, algo que, como señala Asís, contrasta con “el enriquecimiento originario” de su propia familia. De ahí que las paradojas de esta “mafia del bien” sean capaces de provocar mayores agitaciones dentro del núcleo existencial de Cambiemos que afuera, donde estos artículos escritos y publicados en la web durante la presidencia de Mauricio Macri encuentran su eje. Y ese es un mérito que cuenta con otra ventaja: no abundan todavía los espacios donde se hable y se escriba en serio sobre los empresarios advenedizos, los evasores fiscales y los impávidos financistas offshore que, convertidos en parte del nuevo gabinete nacional, se frotan las manos sobre “el Gorro Frigio del Estado”.

2. La mafia del bien no es un libro de ensayos ni una novela: es una sucesión de artículos redactados por un veterano en las disputas argentinas por el poder político, mediático y cultural. Y los matices, llegado este punto, son discutibles. ¿Hasta dónde estas “filosas columnas” podrían leerse como apuntes de un novelista a la espera de la aparición de un personaje? Por supuesto, creer que Asís es incapaz de desnudar al poder es desconocer una obra que, como pocas entre sus contemporáneos, so lo ha desnudado al poder durante cuatro décadas. Pero incluso donde se apuntalan buenas lecturas de la coyuntura —como que la Argentina se rige hoy bajo “una derecha eficaz e inculta”—, es inevitable preguntarse qué diría el mismo autor si, por un instante, se despegara de la superficie para sumergirse en una discusión más ideológica, como se permitía en programas de TV como Emergencia intelectual.

Sin embargo, y a diferencia de quienes eligen tristes balbuceos para explicar por qué la democracia argentina eligió a Cambiemos, y también de quienes creen que basta un “periodismo de datos” para intervenir sobre las fantasías colectivas que le dan sentido a la política, Jorge Asís vuelve a confiar en que, para narrar el día a día del Tercer Gobierno Radical, mirar con atención hacia los costados es más importante que mirar inútilmente hacia atrás o hacia adelante. En ese sentido, La mafia del bien da lo que promete: el sonido inconfundible de una voz cimarrona y experimentada que nunca se priva de la oportunidad de confrontar.

3. Confundir la prosa de este libro con un largo ejercicio de retórica, o reducir a Asís, como insisten los opinólogos engordados “a leche de pauta” del Pro, a un profeta fallido — porque no acertó el resultado de tal o cual elección— implica pasar por alto el centro de La mafia del bien. ¿Y cuál es ese centro? En principio, señalar que si no abundan noticias sobre los negocios de Franco Macri con el Correo Argentino —ahora judicializados bajo control del macrismo—, ni sobre lo que une al empresario Marcelo Mindlin —“el gran triunfador del Cambio”— con Odebrecht, ni sobre las maniobras de Mario Quintana para que Farmacity colonice la Provincia de Buenos Aires de la gobernadora Vidal, “La Chica de Flores de Girondo”, no es porque estas cosas no estén pasando. Aun así, es evidente que a Asís no le interesan tanto estas revelaciones, sino una lectura más refinada de lo que deambula por la superficie (a veces “espiritualmente selectiva”) de la información. Y es en esa zona entre lo que se sabe pero en general no se dice, y entre lo que Asís indaga y luego reconstruye, donde lo que perdura, finalmente, es la mirada de un político (antes que la de un periodista) sobre la política.