Sebastián Scolnik

la patria no vio al otro El resultado de las elecciones es un sopapo en la jeta de la buena conciencia progresista. El texto que publicamos a continuación fue escrito inmediatamente después de las primarias de agosto, pareció quedar desmentido luego de las generales de octubre, pero tras el balotaje de noviembre recobró una inusitada actualidad. Ante la evidencia de que una época se termina: ¿Qué es aquello que no va más? ¿Y por qué conviene resetear para volver a empezar?
aquel hermoso y sublime caos El autor de este apasionante libro de no-ficción sobre el 2001 fue parte del Colectivo Situaciones, una experiencia de investigación militante que trabajó estrechamente con los nuevos movimientos sociales surgidos hacia finales del siglo XX: las organizaciones piqueteras, las comunidades campesinas-indígenas, las luchas por la memoria, las movidas juveniles que resistieron al neoliberalismo en su momento de plenitud. En ese caldo de cultivo se gestó la fuerza motriz de la revuelta popular de diciembre de 2001. El extracto que aquí publicamos relata cómo vivió en primera persona aquellos dos días en que Buenos Aires fue un campo de batalla. Y el pueblo ganó.
el estado de decepción El ajuste se convirtió en la nueva retórica gubernamental, pero contra los pronósticos que diagnosticaban irreversibilidad y valor, entre los trabajadores estatales resistir se hizo cuesta arriba. El miedo, el cálculo y la anuencia sindical se instalaron como forma de digerir el cambio de pantalla. Motivos y razones de lo vivido, para comenzar a desandar el oscuro laberinto en que nos metimos.